En función de los procesos digestivos y el metabolismo del N en el rumiante, para la maximización de la producción de leche y componentes de la misma es necesario: 1ro) maximizar la función ruminal (y por ende, la síntesis de proteína microbiana) y 2do) proveer de los aa que sean necesarios entonces, a nivel de intestino delgado.
Maximización de la síntesis de proteína microbiana
La degradación de la proteína en rumen dependerá de la propia solubilidad y estructura de la proteína (por su susceptibilidad y accesibilidad para la adhesión bacteriana) y de la actividad proteolítica bacteriana.
La disponibilidad de energía a nivel ruminal, promoverá la síntesis de proteína microbiana. En cambio, ante una disminución de la energía habrá mayor desaminación de aa y metabolización del AGV resultante.
El ambiente ruminal es determinante de la actividad microbiana. Por ejemplo, aunque la actividad proteolítica se da en un rango de pH entre 5.5 y 7, pH cercano a a 5.5 reducen la degradabilidad de la proteína. Además, tanto la maximización de la degradación del almidón como de la fibra (actividad amilolítica y celulolítica), promueven la degradación de la proteína.
Requerimientos de aa en intestino delgado
Una vez habiendo maximizado la síntesis de proteína a nivel ruminal, se deben cubrir los requerimientos de los aminoácidos limitantes. Actualmente, se recomienda proveer 1.15 a 1.19 g/Mcal EM de metionina y 3.03 g/Mcal EM de lisina (lis:met 2.65:1).
A nivel de la glándula mamaria, la síntesis de proteína está regulada, no solo por la cantidad de aa sino por el estado energético del animal.
En resumen, tanto la síntesis de proteína microbiana como la síntesis de proteína de la leche son procesos regulados por el nivel energético. Es necesario hacer una evaluación general de la dieta para asegurar un nivel energético adecuado para luego pensar en la suplementación con proteína pasante.