Los sistemas de ordeño automatizados (AMS de sus siglas en inglés), ofrecen ciertos desafíos y oportunidades en relación a la nutrición y alimentación de las vacas en lactancia. A diferencia de la alimentación con raciones totalmente mezcladas (TMR) de los sistemas confinados, en estos casos se les ofrece a las vacas una parte de sus nutrientes durante el ordeño, principalmente como atractivo para que ingresen al AMS, mientras que el resto se ofrece en el comedero a través de una PMR o ración parcialmente mezclada. Esta suplementación, nos brinda la oportunidad de cubrir los requerimientos individuales con mayor precisión. Para ello, deben tenerse en cuenta tanto la cantidad como la composición del concentrado. La cantidad de concentrado ofrecido, variará en función del momento de la lactancia y del nivel de producción. A su vez, cuando se superan ciertos valores de disponibilidad, se provoca aumento de remanentes y de la variabilidad en su consumo. Este último factor además, está afectado por inconsistencias en la frecuencia de ordeño. Entonces, cobra importancia la formulación y disponibilidad de la PMR.
Resulta más que interesante conocer y discutir las diferentes estrategias nutricionales para maximizar la rentabilidad del sistema de producción a través de la nutrición y alimentación.